Una más del festival Under the Radar 11 de enero 2010
Me preguntó Gabino _¿Corremos? Le dije: Sálvate tú, adelántate, compra los boletos, yo estoy viejo, no sé si pueda lograrlo... Gabino me miró y en su mirada leí, _ ¡Maldición haz un esfuerzo God damn it! ¡No quiero perderme la obra más comentada del festival! Así que corrimos desde Astor Place por la calle 9 hasta llegar al Performance Space 122, Nos apuntamos en la lista de espera...
Hicimos lo que pudimos.... Al menos lo intenamos, dijo Gabino, Pero fue demasiado tarde... Sólo Dios sabe si de no haberme detenido en el camino a hacer esa llamada, Gabino se hubiera regresado con esa anhelada experiencia teatral bajo el brazo... Fin.
...Pero como yo seguía acá y al día siguiente había función, ahí estabamos ahora sí muy temprano Ramiro (Recién llegado) y yo en la lista de espera, nos dijeron que no teníamos muchas posibilidades... pero lo logramos, nos condujeron a la sala oscura, no alcanzamos silla, pero la obra sería corta...
ahí estaba Jonathan Capedevielle con esa mirada macabra y dulce, su voz dulce y macabra, con sus títeres... únicamente macabros...
Rimbaud, Verlaine, de Sade, Baudelaire, ejercen una influencia marcada en los primeros trabajos del escritor californiano Dennis Cooper que en el año 2008 colabora con la coreógrafa y directora francesa Gisele Vienne y el músico Peter Rehberg en la adaptación al teatro de su novela Jerk, Visión ficcionada del el caso real del asesino serial Dan Croll conocido como "Candy man" quien en los años 70's con Elmer Wayne Henley de 14 años y David Owen Brooks de 15 como cómplices, torturó, violó y asesinó al menos a 27 adolescentes.
El final de "Candy man" llegó cuando Elmer Wayne Henely, su antiguo seguidor y cómplice lo mata en defensa propia; Henely es sentenciado a cadena perpetua.
"Jerk" nos presenta al actor Jonathan Capedevielle como Henely quien desde la prisión, auxiliado de tres títeres hace como terapia una tétrica recreación de los asesinatos cometidos para un grupo de estudiantes de psicología...
Como bien lo dice la crítica del New York Times: Muy recomendable si te urge pasarla terroríficamente mal... Para el crítico de este períodico no hay nada que pueda concluirse de este montaje salvo que el lado horrible de la vida es horrible...
Yo no estoy tan seguro, su crítica me pareció un poco snob y pedante... A mí me gustó salir realmente perturbado del teatro, no es algo que pase muy seguido...
Virtuoso actor, riesgo y total seriedad en la puesta en escena, el uso de títeres en un contexto desconocido para mí...
Nos explica Henely: (Parafraseando) Cuando haga esta voz, quiere decir que soy yo, cuando haga esta soy Dan cuando hago esta otra, soy David, Cuando hago esta, soy los muertos, no tengo más voces... y en determinado momento los títeres están a sus pies, muertos, hablando, el actor tiene la boca cerrada, un hilo de saliva le escurre... nunca antes un acto de ventrilocuismo me había hecho sentir ese desasosegado asco...
La mano del actor penetra a sus títeres, los manipula como Dan Croll manipula a sus víctimas, los títeres sin esa mano son los adolescentes sin vida, otros manipulados somos nosotros, que si estamos ante una ficción no tendríamos por que sentirnos en peligro...
Lamenté que Gabino no la hubiera visto...
Mi reflexión como creador escénico: Sólo un actor con un complejo universo interior es capaz de interpretar personajes con un complejo universo interior... ¿o no? Por si las dudas, he de acrecentar mi bajage cultural, conceptual y vital...
Está información en español te será util si te interesa saber más de este montaje.
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