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¿What is goin on in New York?
a lot...

These are just a few toughts about a few of the many things I get to see...

¿Qué está pasando en Nueva York?
Un montón de cosas... Esto es sólo una probadita de lo que alcanzo a ver y lo que pienso.


lunes, 12 de abril de 2010

LIPSYNCH de ROBERT LEPAGE en el BAM




Sucedió en el BAM, en el marco del festival NEXT WAVE antes de la creación de este blog, una de mis primeras exploraciones esceNYcas ...

He visto obras de dos horas que parecen de 4, de 3 horas que parecen de 6, de 4 horas que parecen de 4; esta obra duraba casi 9... ¿De cuantas me iba a parecer?
Eso me preguntaba mientras iba cruzando el puente de Brooklyn para ir a ver








No sabía muy bien qué esperar, había escuchado sobre la legendaria "Trilogía del dragón" y de "The far side of the moon" había escuchado maravillas pero esté sería mi primer espectáculo de Lepage, mi única referencia real hasta el momento era

que no es precisamente teatro sino un colosal espectáculo del Cirque du Solei en La Vegas.


Teníamos la opción de ver la obra en tres sesiones o ver la versión maratónica de casi nueve horas continuas, nosotros preferimos esto último.



A diferencia de lo que pasa en Broadway, el público del BAM no está conformado en su mayoría por turistas ingenuotes; en la Academia de Música de Brooklyn, todos dan la impresión de ser artistas o intelectuales neoyorquinos o algún otro tipo de público conocedor; no sé si lo sean, pero de eso tienen cara; lo que quiero decir es que en el BAM a veces flota un tufillo a snobismo; sin embargo en esta ocasión la gente se veía relajada, de buen humor, dispuesta a pasarla bien, algunos incluso llevaban sus tupperwares con el lunch.



Se apagaron las luces del




Empezó la función. ¿Qué es eso? ¿Una cantante de ópera cantando sobre el techo de un avión? , la imagen auguraba una estupenda velada.



Lipsynch comienza cuando esta cantante escucha llorar a un niño en un avión y descubre que la madre está muerta, la mujer entonces lo adopta, el niño crece, se rebela y se va con el deseo de convertirse en cineasta, vemos después como la vida de estos personajes se va entretejiendo, a veces de manera sutil, a veces de forma directa con las de otros personajes con sus propios dramas.



La dramaturgia de esta exploración sobre la voz, el lenguaje y la comunicación es de Lepage con colaboración de Marie Gignac y los 9 elementos del reparto.



El tiempo se fue pasando a una velocidad normal, de vez en cuando presenciábamos momentos mágicos y nos ibamos adentrando en la historias de estos nueve personajes.





Aunque la obra no profundiza demasiado en ninguno de los temas que toca, nos brinda algunas imágenes alucinantes y momentos de magia pura como aquel donde a través de el video y una serie de objetos amorfos se construyen elementos virtuales de escenografía.




Hay escenas que podrían ser pequeñas piezas en sí mismas como aquella de la librería bajo la nieve, hay escenas que de plano no entendí y hay otras a las que no les encontré sentido.
Digamos que de las nueve horas de la obra, una fue de genialidad pura, dos de teatro de altísima calidad y dos más de muy buenas imágenes, buen teatro aunque con poca progresión dramática.

y de las cuatros horas sobrantes, una y media completa se fue en los recesos y las otras dos y media me las pude haber ahorrado, aunque no las sufrí; de hecho la experiencia en general fue fantástica, un día festivo, la mayoría del público la pasamos bien, hubo cuatro intermedios, tomamos café, platicamos, algunos hicieron pic nic en el piso, hubo una pausa larga para comer, fuimos por unas hamburguesas, regresamos para el final, una experiencia para auténticos amantes del teatro.




Mi reflexión como creador escénico: Al hacer esta entrada leí críticas muy severas y también leí comentarios de personas que afirmaban que ver este espectáculo les había cambiado la vida. Más allá del absoluto relativismo de las cosas, ¿Cuál es la verdad? Me pregunto si ver tanto teatro contamina mi capacidad de asombro o si realmente mi gusto se va educando, si busco continuamente algo que me mueva de una manera diferente, me vuelvo exigente. No quiero ser alguien que se conforma con cualquier cosa, pero tampoco un snob pedante pelmazo petulante.


Diario de dos niñas perdidas...






Hace poco vi dos obras de teatro que no me gustaron nada, había decidido no incluirlas en este blog.

Después pensé que si quiero que este sitio sirva de bitácora fidedigna de mi exploración escénica, debo al menos mencionarlas.


Las dos obras tienen en común que son adaptaciones de publicaciones autobiográficas.
Las dos son el caso de niñas perdidas, perdidas de diferentes maneras.


la primera de estas dos pequeñas decepciones fue:

"The Diary of a Teenage Girl" obra escrita por Marielle Heller (Quién también protagoniza la obra) a partir de la novela gráfica autobiográfica de Phoebe Glockner en el 3LD (three legged dog)


El 3LD es un espacio de investigación artística y teatral especializada en el desarrollo de proyectos multimedia; la visión y misión de la compañía es muy interesante, lamentablemente este espectáculo en específico desde mi punto de vista no ofrece nada notable.


Es la escenificación sin gran imaginación, sin mucho talento ni en la dirección ni en los actores, de las aventuras de una adolescente precoz. LA niña tiene un romance con el amante de la mamá, etc. El montón de videos y efectos sonoros no aportan gran cosa pero a veces te despiertan justo cuando te estabas quedando dormido.


Cada quien lleva a escena lo que quiere pero en mi opinión el material es algo pobre y no debió nunca abandonar las páginas de la novela grafica, que no he leído pero no me dan muchas ganas.



La Otra obra la vi en el PS122 , se trata de la adaptación teatral del libro autobiográfico "Where there is evil"


Lo que vemos es a la autora del libro contándonos una historia de su infancia; en los años 50 en Coatbridge, Escocia, desaparece misteriosamente la pequeña Moira Anderson de 11 años, nunca es encontrada.


Sandra Brown tiene razones poderosas para creer que su padre es el culpable de la desaparición y asesinato de la niña.


El suyo es un intento serio, es algo el lo que se le va la vida, pero simplemente, ella no es actriz, la historia es interesante, pero su foma de contarla no.

Mi reflexión como creador escénico:
A veces tendemos a pensar que nuestra vida es suficientemente interesante como para contarla e interesar en ella a un gran público, lamentablemente en la mayoría de los casos no es así, el hecho de que a ti te interese lo que estás contando es indispensable, pero eso no es suficiente si no encuentra en el público un verdadero receptor.

Otras veces nuestra vida sí es suficientemente interesante como para llevarla a un escenario, pero el hecho de que te haya pasado a ti, no significa que eres tú el más indicado para actuarla.

En fin, unos dicen que pintando te haces pintor y otros dicen que no pinta el que tiene ganas, sino el que sabe pintar...

Por otro lado la culpa es mía por creer que puede confiarse aunque sea un poco en las reseñas de los períodicos y en los adjetivos calificativos como: Soberbia, Brillante, Conmovedora, Inquietante, Novedoso, etc, etc...

viernes, 2 de abril de 2010

A Behanding in Spokane


Fui a BROADWAY a ver un show y no es que necesite disculparme por haber ido a BROADWAY a ver un show pero por si acaso insistiré en que mis razones para ir a BROADWAY eran muy fuertes; se trataba de la nueva obra de Martin McDonagh,



actuada por Christopher Walken y Sam Rockwell.





( Algo así como Un desmanamiento en Spokane )


Desde hace casi 15 años soy un absoluto fan de Martin McDonagh, he leído todas sus obras publicadas, he visto dos montajes de "The Liutenant of Inishmore", uno de el "The cripple man of Inishman" uno de "The pillowman," tuve la suerte de actuar en "The Lonesome West" "El Oeste Solitario en un montaje que estuvo en el Teatro Casa de la Paz, en La Capilla y en La Gruta de la ciudad de México".



También vi varias veces su cortometraje ganador del Oscar "Six Shooter" (Revolver de seis tiros)



y su primer largometraje "In Bruges" nominada al oscar a mejor guión original.


(Estos dos trabajos en cine los recomiendo ampliamente)

Espero con ansia su segundo largometraje "Siete sicópatas" (Sobre un escritor que quiere escribir un guión llamado "Siete sicópatas" cuya vida se voltea de cabeza cuando sus amigos secuestran al perro de un mafioso)

McDonagh es un gran dramaturgo contemporáneo que construye el diálogo como pocos, posee un agudo e irreverente sentido del humor que usa magistralmente para formular gags y a la vez hacer progresar la historia.

A la fecha ningún montaje que haya visto a estado a la altura de sus textos, lamentablemente lo anterior también se aplica para "A Behanding in Spokane" pero vería la obra algunas cuantas veces más por el placer de escuchar el texto y volver a ver las destacadas, sólidas, divertidas actuaciones de Cristopher Walken y Sam Rockwell, aunque cuando me acuerdo del público condescendiente de Broadway que aplaudió 300 veces durante la obra y de hecho le aplaudió a Walken apenas apareció cual si hubiera sido Jaquelín Andere haciendo su entrada en Carlota Emperatriz, se me quitan un poco las ganas de regresar a The Gerald Schoenfeld Theatre.



Valdría la pena hacer una crítica /análisis del fenómeno "Broadway" y conectarlo con el fenómeno en México del público de teatro comercial: "Vengo a ver a un famoso, le aplaudo cada escena, cada chiste, no exijo nada más y me conformo con cualquier mediocridad que hagan con la puesta en escena" pero ya será otro día con más calma.


Ana y nuestra amiga Luz Emilia llegaron a la conclusión de que "A Behanding..." es un claro ejemplo de que sí existe el teatro moderno del díalogo y además de que este puede ser muy atractivo para los jóvenes.

A continuación les dejo el comentario completo de Ana:

Fuimos a ver A Behanding in Spokane de Martin MacDonagh, una puesta convencional en el casi caduco estilo de Broadway con Christopher Walken, famoso buen actor, viejo lobo de mar que aprovecha el extraordinario talento que tiene el autor para crear personajes lucidores y con un comillo que arrastra por todo el escenario logra complacer hasta al espectador más exigente.


Por su parte Sam Rockwell se planta en escena como si tuviera plomo en los pies, como solo los grandes los hacen, llenando de sutilezas al deprimido y solitario recepcionista de hotel que interpreta.


Los dos actores jóvenes cuyo nombre prefiero no recordar despertaron mis instintos asesinos con su estridencia y superficialidad, aunque a mi amiga Luz Emilia, crítica profesional de teatro, no le parecieron tan malos como mal dirigidos, yo pensé: mal dirigidos y malos.



El texto del virtuoso, gracioso, exitoso, joven y para colmo guapo MacDonagh, tal vez no supera lo hecho en la trilogía de Leenane pero sin duda logra su objetivo.



Crítico agudo de la estupidez humana, retrata sin miramientos el egoísmo, la falta de valores y la soledad de los seres humanos de nuestros días, pero lo que me resulta más interesante de él es su capacidad para conectar con los jóvenes, inclusive con los adolescentes, quienes ven su mundo reflejado sin piedad en sus textos llenos de “Fucks, de violencia, de soledad, y abrazan fuerte el tono fársico de su insolente, casi trasgresor humor negro;

¡MacDonagh es un genio!, dijo mi hijo de 16 años al terminar la obra, él y su amigo Mat, (ambos adolescentes que han estado intensamente expuestos al teatro y que en muchas ocasiones has expresado su desencanto por el mismo), salieron fascinados de la función, criticando la puesta en escena, alabando las actuaciones que les gustaron, pero sobre todo, ( y aquí lo poderoso que es el autor), discutiendo sobre el racismo, el lenguaje de la obra, lo que entendieron, lo que no entendieron y lo que piensan al respecto.

Yo pienso que eso es lo que debe hacer el teatro, crear un movimiento en el intelecto, en la emociones, plantear preguntas, incomodar, divertir... y esta obra lo logró.


Tal vez no fue la puesta en escena que me hubiese gustado ver, para mí le faltó tanto profundidad como complejidad a la dirección, me dio la impresión que el director temeroso de insultar al público, en su mayoría gringos turistas que sólo van al teatro a ver a sus estrellas y pasar un buen rato, evitó el riesgo mediante un tono casi caricaturizado para dejar muy claro que se trataba de una farsa, como si el hecho de ver a los personajes recogiendo manos sangrientas del piso para regresarlas a una maleta no fuera suficiente para reconocer lo botada de la realidad planteada, aunque cuando me acuerdo que el caníbal alemán que se anunció por Internet tenía una lista de espera de gente que quería ser devorada, me entran mis dudas.

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Material extra:

Irlanda no debe ser tan mal lugar Interesante artículo para Letras Libres de Mauricio Montiel Figueiras sobre Martin Mc Donagh.