CUARTETO en el BAM con ISABELLE HUPPERT

Heiner Muller, autor de CUARTETO, ocupa, con Bertolt Brecht y Thomas Bernhard, el sitio de honor de la dramaturgia alemana del siglo XX.

Hace poco tuve oportunidad de ver un montaje de Cuarteto dirigido por Robert Wilson con Isabelle Hupert en elBAM

Unos días antes de verla, fuimos a una plática que dio Wilson en la Academia de la Música en Brooklyn mejor conocida como BAM.

Wilson fue bastante simpático, histriónico, habló sobre su obra y contó un par de anécdotas, incluyendo una muy divertida sobre el día que Charlie Chaplin fue a ver uno de sus montajes.

Cuando el público tuvo oportunidad de hacerle preguntas la desaprovechó preguntando: ¿Cómo fue su experiencia con Isabelle Huppert ? ¿Le gusta venir al BAM?, ¿Qué diferencia hay entre este y otros espacios? etc.

Estuvo bien pero creo que hubiera sido más provechoso escuchar hablar a Wilson sobre su obra un poco más y hacerlo después de haberla visto y no antes, como fue el caso.

Cuarteto nos presenta a los personajes de la novela epistolar Relaciones peligrosas, libro emblemático del escritor francés Choderlos de Laclos, el Vizconde de Valmont y la Condesa de Metrieul (encerrados en un bunker después de la Tercera guerra Mundial o en un cuarto de dibujo antes de la Revolución Francesa) en un juego psico-sexual- teatral se interpretan a sí mismos y a otros personajes ausentes, Madame de Tourvel y Mademoiselle de Volanges, víctimas de Valmont.

De la puesta de Wilson recuerdo que como la Condesa de Metrieul, Isabelle Huppert estaba soberbia, hacía unas cosas tremendas con su cuerpo y con la voz, casi en trance, pero me costaba trabajo relacionar eso con la obra de Müller.

La crítica en general fue tibia, aunque hubo de todo, algunos críticos lo ponían por las nubes, otros lo alababan sin demasiado entusiasmo, alguno más afirmaba que Bob Wilson está pasado de moda, hubo alguno que incluso escribió que el peinado de Huppert era como si alguien le hubiera vaciado una lata de crema batida en la cabeza, pero todas mencionaban la fuerza, belleza y virtuosismo de Isabelle Huppert.

Del resto del elenco hay poco que decir salvo que estaban totalmente al servicio de la puesta en escena y el rigor de su trabajo es incuestionable.

Al ver esta obra, impecablemente producida y ejecutada, una parte de mí siente un profundo respeto por un creador que se ha ganado a pulso su lugar en la historia del teatro, pero a la otra le cuesta trabajo identificarse con esa propuesta estética de colores chillantes, imágenes surrealistas, formas geométricas, abstractas y tal cantidad de cambios de luces y tracks sonoros.

Si te interesa puedes ver un poco de "Cuarteto" en you tube, si quieres conocer un poco más sobre la trayectoria de Bob Wilson puedes buscar el documental Absolute Wilson, ahí puedes conocer mucho más sobre su vida y obra, incluye entrevistas con Wilson, Tom Waits, Susan Sontang, entre otros. El siguiente link es la página oficial del documental Absolute Wilson y este otro es un pequeño trailer.

Mi reflexión como creador escénico: Tenemos algo que decir y una forma de decirlo que va en contra de los cánones establecidos. En un momento dado encontramos el éxito y el reconocimiento, pasa el tiempo y de repente nuestra forma no es novedosa... ¿Es posible no envejecer como creador?

Dice Trepliev en la Gaviota: Nuevas formas hacen falta, nuevas formas, y si no las hay es mejor que no haya nada... ¿Pero tenía razón? ¿No basta con ser honestos en el discurso y la forma?

Haciendo esta entrada del blog encontré esta interesante Entrevista con Heiner Müller donde habla de un gato al que mató cuando niño, de una gallina a la que una actriz mordió hasta matarla y de actores encerrados en jaulas por sobreactuar.... También encontré este video de Heiner Müller , si tienes tiempo, échale un ojo, no te vas a arrepentir.

... El teatro quizá sea el arte más antiguo y, sin dudas, el que más capacidad de futuro posee. Y mientras menos “teatro” sea, mejor. Eso es lo que se aprende viendo a Artaud, Samuel Beckett, Brecht… El teatro no tiene que ser narrativo ni visual. Tampoco una mezcla de los dos conceptos. El teatro tiene que concentrarse en su propio delirio, su diferencia. Y mientras más diferente y neurótico sea, mejor... Heiner Müller