Hace poco vi dos obras de teatro que no me gustaron nada, había decidido no incluirlas en este blog.
Después pensé que si quiero que este sitio sirva de bitácora fidedigna de mi exploración escénica, debo al menos mencionarlas.
Las dos obras tienen en común que son adaptaciones de publicaciones autobiográficas.
Las dos son el caso de niñas perdidas, perdidas de diferentes maneras.
la primera de estas dos pequeñas decepciones fue:
"The Diary of a Teenage Girl" obra escrita por Marielle Heller (Quién también protagoniza la obra) a partir de la novela gráfica autobiográfica de Phoebe Glockner en el 3LD (three legged dog)
El 3LD es un espacio de investigación artística y teatral especializada en el desarrollo de proyectos multimedia; la visión y misión de la compañía es muy interesante, lamentablemente este espectáculo en específico desde mi punto de vista no ofrece nada notable.
Es la escenificación sin gran imaginación, sin mucho talento ni en la dirección ni en los actores, de las aventuras de una adolescente precoz. LA niña tiene un romance con el amante de la mamá, etc. El montón de videos y efectos sonoros no aportan gran cosa pero a veces te despiertan justo cuando te estabas quedando dormido.
Cada quien lleva a escena lo que quiere pero en mi opinión el material es algo pobre y no debió nunca abandonar las páginas de la novela grafica, que no he leído pero no me dan muchas ganas.
La Otra obra la vi en el PS122 , se trata de la adaptación teatral del libro autobiográfico "Where there is evil"
Lo que vemos es a la autora del libro contándonos una historia de su infancia; en los años 50 en Coatbridge, Escocia, desaparece misteriosamente la pequeña Moira Anderson de 11 años, nunca es encontrada.
Sandra Brown tiene razones poderosas para creer que su padre es el culpable de la desaparición y asesinato de la niña.
El suyo es un intento serio, es algo el lo que se le va la vida, pero simplemente, ella no es actriz, la historia es interesante, pero su foma de contarla no.
Mi reflexión como creador escénico:
A veces tendemos a pensar que nuestra vida es suficientemente interesante como para contarla e interesar en ella a un gran público, lamentablemente en la mayoría de los casos no es así, el hecho de que a ti te interese lo que estás contando es indispensable, pero eso no es suficiente si no encuentra en el público un verdadero receptor.
Otras veces nuestra vida sí es suficientemente interesante como para llevarla a un escenario, pero el hecho de que te haya pasado a ti, no significa que eres tú el más indicado para actuarla.
En fin, unos dicen que pintando te haces pintor y otros dicen que no pinta el que tiene ganas, sino el que sabe pintar...
Por otro lado la culpa es mía por creer que puede confiarse aunque sea un poco en las reseñas de los períodicos y en los adjetivos calificativos como: Soberbia, Brillante, Conmovedora, Inquietante, Novedoso, etc, etc...
1 comentario:
Tienes razón, no basta que la historia sea buena. Hay que saber contarla.
Stella
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