The Word begins.
Dos actores en escena que a través de una mezcla de poesía, hip hop, sketches cómicos y teatro realizan un viaje de aproximadamente una hora haciendo paradas en los puntos más álgidos de la cultura norteamericana, el racismo, la religión, las relaciones, etc.
Sería ocioso tratar de analizar esta experiencia como si se tratase de una obra de teatro. Estamos simplemente ante dos actores bien entrenados que tienen algo que decir y lo dicen a través de un texto original que rapean/recitan a voz en cuello a veces, actúan otras, y cantan otras más.
Los actores Steve Conell y Sekou (Tha misfit) han ganado varios premios en diversos concursos de poesía, festivales de teatro y la palabra y se han presentado en numerosos escenarios del mundo. La intención del espectáculo es clara: Propagar la palabra: _Antes de dejar este mundo crea una obra maestra, haz algo que haga que tu paso por este mundo haya valido la pena.
En este mundo donde somos manipulados por la religión, el gobierno, los medios de comunicación, etc. hay espacio para la poesía.
Dejemos de odiarnos por nuestras diferencias y apreciemos nuestras semejanzas. Si se va con la disposición correcta, al salir del teatro uno se sentirá de buen humor, motivado, inspirado. No se pretende nada más pero, ¿acaso no es eso suficiente?
El montaje requiere de mínimos elementos de producción, lo único imprescindible es la palabra, podríamos escuchar a los dos actores con los ojos cerrados y aún así el mensaje pasaría.
El discurso (speech) lleva un ritmo preciso, esa cadencia hace la obra, se pretende dar a veces una sensación de espontaneidad, pero la realidad es que esta es sacrificada en favor de la precisión, los dos actores se entienden bien, llevan años trabajando juntos y tienen aprendida la obra como se aprende una canción, con su métrica, timbre y entonación precisa.
Mi reflexión personal como creador escenico: Está bien no tenerle miedo al mensaje, se puede ser claro respecto a lo que se quiere decir, no pretendo decir que toda puesta en escena deba obviar su discurso, sin embargo el montaje puede tener como principal objetivo hacerte llegar un mensaje y aún así resultar divertida, interesante, entretenida e incluso inspiradora. Se reafirma la idea de que si hay rigor y talento en los actores y la puesta, los elementos externos son meramente complementarios.
En mis ñeras palabras: Chido el coto chorero de esos vatos dicharacheros....
Para más información sobre The word begins visita su página oficial en:
http://www.thewordbegins.com/
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